En medio de las dificultades del 2020, los chicos de la camada 154 se animaron a seguir viviendo la fe en comunidad, a convertir sus casas y dispositivos en puntos de encuentro para discernir la Presencia de Dios en sus vidas. La experiencia de sentirse profundamente amados por Jesús que comparte nuestro confinamiento, que espera nuestra salida al mundo y que nos invita a la fiesta del Reino, fue confirmada a principios de este año de manos de Monseñor Baliña. He aquí sus voces:
“Las comunidades virtuales del 2020 intentaron ser lo más innovadoras posibles aplicando distintas dinámicas para ser lo menos tediosas posibles y acercarnos cada viernes a la posibilidad de encontrarnos con Dios en un contexto muy difícil. Cuando nos reencontramos de modo presencial en las burbujas fue una sensación rara ya que éramos personas que nos conocíamos a través de cámaras y recién después de un año nos podíamos ver, después de haber compartido charlas muy profundas. Durante la cuarentena me dieron la chance de acercarme a Dios durante momentos que no acostumbraba hacerlo, incorporando nuevas costumbres: como rezar antes de la cena, hacer una pausa en la mitad del día, etc.”
Gerónimo García Argibay – 4to Económicas
“El día de la misa de confirmación sentí que era un momento especial, que a partir de ahí algo cambiaba en mi relación con Dios. Entendí que nuestro vínculo era más recíproco, no tanto de estar yo a su servicio sino más de padre a hijo, más maduro. Siento que Dios me confirmó que me quiere porque soy su hijo, independientemente de lo que haga o deje de hacer, y eso es una invitación a seguir haciendo las cosas por amor a Él. Esta nueva mirada en la relación con Dios me ayudó a crecer en otros vínculos también.”
Benjamín Sala – 4to Sociales
“Después de la confirmación siento que Dios me invita a abrirme con y para el otro, a hacerlo desde donde pueda. Y para eso el colegio desde la Pastoral me ofrece el MAS y el MEJ, donde puedo compartir con mis compañeros y acompañar la experiencia de comunidades de los más chicos de 7mo. También a reencontrarme con aquellos que me había distanciado, y a compartir más con mi padrino. Además toda la preparación me ayudó para seguir en el Mas, porque son las mismas comunidades y por eso puedo seguir fortaleciendo esos vínculos, con la ayuda del Espíritu Santo, como un Pentecostés moderno”.
Lorenzo Espósito Zabalza – 4to Mat y Física