En la segunda mitad de año, en las aulas de 3er Grado, empezamos a emplear las rutinas de pensamiento. Estas son organizadores, que ayudan a estructurar, ordenar y desarrollar distintas formas de pensamiento en el proceso de aprendizaje. Además, promueven la autonomía de los estudiantes ya que los alumnos realizan solos estas rutinas, sin la guía de un docente. El objetivo de las mismas es que los alumnos logren expresar lo que piensan, con total libertad, sobre lo visto en clase y aprendan a considerar los variados puntos de vista que se puedan presentar al compartir estos pensamientos.
Cada rutina tiene un fin diferente, sin embargo, hay algo que todas tienen en común, buscan que el alumno reflexione acerca de lo aprendido. Estas rutinas también resultan de gran ayuda para los docentes porque nos permite conocer los conocimientos previos e intereses de los alumnos. De esta forma se pueden crear clases que estén basadas en los intereses de ellos.
Una rutina muy utilizada en el aula son los tickets de entrada o de salida. Los tickets de entrada tienen el objetivo de que los alumnos nos transmitan sus conocimientos previos, o mismo, repasar lo visto en clases anteriores. En cambio, con los tickets de salida se busca que los alumnos reflexionen y le encuentren un propósito a lo aprendido. De esta forma los alumnos descubren el fin de lo que se les enseña. Esto logra que los estudiantes no aprendan de memoria, sino que aprendan porque ellos quieren.
Ese sentido que le encuentran al aprendizaje es lo que luego los motiva a seguir investigando y, por lo tanto, seguir aprendiendo por su cuenta. Esta motivación intrínseca, no sólo los incentiva a ser más autónomos, sino que también los ayuda a desarrollar la metacognición.
Milagros Mántaras, Silvana Aschieri, Alejandra Godoy y Alejandra Ponce
Maestras 3er Grado