Durante el segundo cuatrimestre, con la profesora Anabella Zillo en la cátedra de Geografía Ambiental y Política, realizamos un trabajo sobre gentrificación. Consistió en un gran proyecto para que logremos concientizar sobre nuestros hogares y modos de vivir.
Pudimos abordar ese proceso que consiste en la renovación de viejos centros urbanos mediante transformaciones materiales (edilicias) e inmateriales (económicas, sociales y culturales) conducidas por agentes privados y en menor medida públicos, provocando la subida del valor de las propiedades y el consiguiente desplazamiento o sustitución, de la población residente por otros grupos sociales con poder adquisitivo más elevado.
El móvil principal de este fenómeno es la ganancia que se especula obtener a través del cambio en el valor del suelo entre la fase de deterioro y su posterior revalorización. Esto implica un incremento de los precios de la vivienda a raíz de una especulación inmobiliaria que acentúa y precipita una transformación social en detrimento de los grupos que tradicionalmente vivían y utilizaban estos espacios.
Las zonas que se ven afectadas por la gentrificación están asociadas a espacios marginales que en otro tiempo pudieron brillar pero que lentamente fueron sumidos en la marginalidad y el aumento de la delincuencia.
La gentrificación es apoyada por algunos sectores que, cansados de pedir la ayuda del Estado, no fueron escuchados, pero a la vez es resentida por otros debido a la exclusión que genera.
Para la realización del trabajo formamos grupos de aproximadamente cinco alumnos y cada uno elegía un barrio de una ciudad, que no sea el propio, para analizar el cambio que genera este proceso. Así pudimos ver beneficios, problemáticas y demás elementos que son importantes para analizar este problema que se nos propuso.
Cada grupo preparó una presentación, algunos hicimos canciones, graffitis y más. Todos coincidimos en que nos dejó reflexionando acerca de este fenómeno y como nos puede afectar eventualmente.
Vimos la necesidad de un Estado presente, como ente regulador, en aquellas zonas más vulnerables para combatir la especulación económica, el flagelo de la droga y demás situaciones de empobrecimiento y deterioro social.
Como conclusión, nos quedó la sensación que si bien, por un lado, puede llegar a ser un proceso bueno para mejorar y hasta modernizar los barrios, por el otro, entendemos que no es la mejor forma, ya que lo ideal sería incluir a todos los habitantes de dichas localidades, y no excluirlos u obligarlos a abandonar su hogar.
También, resaltar que nos gustó la experiencia de abordar esta temática en equipos de trabajo y entre todos, poder trabajar una problemática que afecta a muchas de las grandes ciudades del mundo. Nos encantó la propuesta y nos sentimos satisfechos con la modalidad y el desarrollo del trabajo ya que fue una manera dinámica de aprender, mejor que una prueba tradicional.
Nicolás Almeyra, Felipe Álvarez y Joaquín Sislián
Alumnos 5to año Sociales y Humanidades