Un año que está finalizando después de tantos desafíos. Luego de otro año que nos unió desde la virtualidad, el 2021 nos hizo el ansiado regalo de la presencialidad.
Quién pudiera haberlo imaginado: “los chicos deseosos de volver al colegio como nunca antes”. El deseo de todos quienes abrazamos con tanto cariño nuestra vocación docente.
¿Cómo entonces no aprovechar el momento? Fue lo primero. Ver a nuestros alumnos en febrero fue una gran alegría.
Pudimos sostener la presencialidad mañana y tarde desde el primer día. Lo logramos organizando casi un colegio nuevo:
4 secciones en lugar de 3; con 12 recreos diarios en lugar de 3 durante la mañana; como ya las horas diarias no podían ser seis porque había cuatro secciones, las organizamos en cuatro. Y esto trajo como consecuencia la organización de la semana 1 y la semana 2. Con 24 secciones se organizaron 48 horarios: 24 para la semana 1 y 24 para la semana 2. Buscamos espacios para las aulas y tuvimos que agregar aulas de secundaria aprovechando que tenían una parte virtual.
Fue un gran esfuerzo de organización y de cambio de rutinas que tuvo el acompañamiento de toda la comunidad educativa: los docentes abiertos y flexibles ante los cambios, las familias agradecidas por el hecho de la presencialidad completa. Cosa que casi ningún colegio ofrecía en los dos turnos. Abríamos 3 puertas: Tucumán, Riobamba 1 y Riobamba 2 para poder hacer entrar a los chicos, respetando las burbujas, las distancias, los protocolos de ingreso y salida. Parece lejano pero fue hasta mitad de año.
Antes de las vacaciones de invierno pudimos además agregar gradualmente el almuerzo al mediodía. Este también fue un esfuerzo grande porque todavía se debían respetar las 24 burbujas durante el mediodía y generar espacios semicubiertos o con doble ventilación cruzada. Ambientamos los espacios de vianda y de las galerías para que todos nuestros alumnos pudieran quedarse a comer y colaborar con las familias a quienes se les complicaba venir al mediodía dos veces. Esto facilitaba la organización familiar que en su totalidad, a partir de la última semana de julio, sólo venía al colegio a la mañana y a la tarde. Gran logro.
Luego fuimos agregando las idas al campo de deportes de 6to. Grado y sucesivamente todos los grados una vez por mes. Nuestros alumnos cada vez más lograron una mayor normalidad en las relaciones con sus compañeros y con los aprendizajes.
Si tenemos que pensar en el hoy, los recreos ya comienzan a realizarse sin barbijos y los protocolos comienzan a flexibilizarse de a poco.
Si hablamos de los logros de aprendizaje de nuestros alumnos, fueron dándose con un progreso no pensado. Sobre todo si tenemos en cuenta que durante la primer parte del año tuvimos que reforzar la escritura. Muchas letras se habían olvidado a la hora de formar las palabras. Sin embargo al día de hoy, las escrituras lograron muchos avances. Es más, a muchos se les ha hecho un hábito escribir cuentos e historietas. Como nunca se había dado en otros años.
Por todos estos esfuerzos y logros, no quisiera finalizar sin un enorme agradecimiento:
A los docentes que han sabido apostar a esta nueva organización y han estado presentes desde el primer día. Se han sumado a las nuevas ideas, a los proyectos, a la contención de sus alumnos.
Por cada clase pensada para sus alumnos: virtual o presencial
Por cada burbuja aislada y cada planificación adaptada a las 10 de la noche para hacerla virtual
Por cada reunión de acompañamiento a las familias
Por cada zoom, por cada teams 2019-2020 y por cada aprendizaje
Por cada lista de links zooms del 2019
Por cada power y videos grabados
Por el seguimiento de cada uno de nuestros chicos y la “cura personalis”
Por dar modo, motivación, gusto y orden ignacianos a sus clases
Por cada informe valorativo y académico
Por cada orientación bien recibida
Por cada corrección que artesanalmente guió el aprendizaje
Por cada horario nuevo, por la semana 1, por la semana 2
Por cada corrección de las actividades, de las evaluaciones.
Por la creatividad en los proyectos y en las secuencias……
Agradecer a las familias, que no han dejado en ningún momento de acompañar y fortalecer todas nuestras decisiones, dejando sus comentarios, sus opiniones. Siempre desde un espíritu constructivo y desde el respeto que nos hace comunidad. A las madres delegadas, que estuvieron a toda hora conteniendo, comunicando, aportando ideas, dando lo mejor siempre.
Agradecer al equipo de conducción de Primaria por haber generado tantas ideas, tantos borradores, tanta creatividad y haber puesto el “cuerpo” en esto. En cada reunión, en el colegio, desde casa. A toda hora, ayudando a discernir las diferentes situaciones: se aísla, no se aísla; es contacto estrecho, caso sospechoso. Y tanto más.
Agradecer al equipo directivo del Colegio, a los directores de cada nivel, por su trabajo colaborativo y de ayuda en el discernimiento en cada reunión semanal, junto al Rector, quien alentó toda esta propuesta acompañando todos los días, desde la confianza y la presencia activa.
Gracias, querida comunidad educativa, porque en medio de esta pandemia histórica, ustedes cargaron sobre sus hombros la parte que les tocó, la que les fue confiada, encendieron una gran luz en medio de tantas incertidumbres, dieron de su propia vida en medio de alegrías y tristezas personales.
Agradecer esta presencialidad desde el principio, que a fuerza de acostumbramiento no queremos que se torne en olvido.
Que San Ignacio, en los 500 años de su conversión, nos siga bendiciendo en esta misión para que sigamos amando y sirviendo en todo.
Prof. Marcela Gari
Directora Nivel Primario