Del 9 al 13 de agosto, celebramos en el Colegio la “Semana Ignaciana”. En este Año Ignaciano, recordamos especialmente los 500 años de la conversión de San Ignacio de Loyola. Este tema lo trabajamos en las clases de Catequesis a partir de un poster con el camino de Ignacio. Armamos banderines con los que decoramos los pasillos de las aulas en los que dibujamos cómo era el corazón de Ignacio antes y después de su conversión.
Esa semana también realizamos dos gestos especiales:
Recordamos la batalla de Pamplona en la que Ignacio fue gravemente herido y a partir de la cual su vida cambió para siempre. Para eso, utilizamos globos negros que representaban la bala de cañón que lo hirió. Dentro de esos globos pusimos un papelito con el deseo de conversión personal que cada chico trabajó con sus catequistas. Al final de la mañana, todos juntos hicimos explotar al mismo tiempo los globos.
Cerramos la Semana Ignaciana haciendo la “Vela de armas” ante la imagen de la Virgen María, como hizo San Ignacio en el momento en que puso sus armas a los pies de Nuestra Señora de Montserrat y con ellas sus antiguos sueños de caballero a los que renunciaba por seguir a Jesús. Para este gesto, cada chico armó en casa junto a su familia una espada de cartón en la que escribieron sus deseos de conversión para poner a los pies de María.